Con su visita a Portal del Cielo en Chaco y un mensaje en sintonía con valores conservadores, el Presidente apuesta fuerte a convertirse en el primer mandatario argentino en lograr seducir de forma efectiva a este sector religioso disperso pero influyente.

Para los políticos en campaña los evangélicos son una tentación irresistible. Muchos de ellos los ven como un electorado cada vez más grande dispuesto a votar prácticamente en bloque a un candidato determinado si efectivamente son tenidos en cuenta y seducidos con propuestas que coincidan con sus postulados, y si sus pastores los alientan a sufragar por ese aspirante.

Quizá ese razonamiento esté influenciado por la realidad de otros países, especialmente Brasil. Allí hay un par de iglesias pentecostales con muchos fieles abiertamente volcados a la política partidaria. De hecho, cuentan con numerosos legisladores y funcionarios. Además, poseen medios muy poderosos como una de las tres grandes cadenas nacionales de televisión.

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Pero el cuadro de situación evangélico en Brasil es muy diferente al de Argentina. Aquí no hay grandes iglesias evangélicas -como la Asamblea de Dios o la Iglesia Universal del Reino de Dios- que además decidieron incursionar en la política partidaria, sino muchas pequeñas o medianas iglesias que, en general, se mantienen políticamente prescindentes.

La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), que agrupa al 85% de las comunidades evangélicas del país, es muy enfática a la hora de aclarar que, si bien alienta a los evangélicos con vocación por la cosa pública a involucrarse individualmente en la política partidaria, considera inconveniente que sus iglesias lo hagan.

Ello no quita que haya pastores que se acercan a un partido o sean seducidos por los políticos como, ciertamente, ocurrió y ocurre. Al fin y al cabo, hay miles de iglesias evangélicas en el país y no todas pertenecen a ACIERA. Además, no forman parte de una estructura piramidal como la católica y, por tanto, cada una es libre de hacer lo que le parezca.

Por otra parte, puede haber una afinidad de las iglesias con determinados espacios políticos en ciertas premisas. Pero en la Argentina no se daría tan fácilmente porque, por ejemplo, en temas tan caros al sentir evangélico como la legalización del aborto, a la hora del tratamiento en el Congreso terminó siendo una cuestión transversal a los espacios políticos.

No obstante, es claro que las iglesias pentecostales -que son la gran mayoría del mundo evangélico- abrazan premisas que están más en sintonía con las que enarbolan las agrupaciones políticas de centro derecha y derecha. De hecho, varios de los legisladores evangélicos de los últimos años pertenecieron al PRO, aunque no sólo a ese espacio.

Más aún: hubo dirigentes del PRO que buscaron atraer el supuesto “voto evangélico” no sólo apelando a la presunta “afinidad de valores”, sino poniendo candidatos evangélicos. Aunque también el peronismo en sus diversas variantes lo procuró, sobre todo debido a la gran penetración que tienen las iglesias evangélicas en los sectores populares.

Ahora es La Libertad Avanza la que pretende captar al electorado evangélico y ofrece la mayor sintonía con sus postulados. Al fin y al cabo, Javier Milei es desde la vuelta a la democracia el presidente que se manifiesta más religioso: se declara católico y a la vez es un estudioso de la espiritualidad judía. Además, es un férreo opositor al aborto.

En rigor, los libertarios vienen apuntando a los evangélicos y algunos evangélicos a los libertarios desde la campaña presidencial. No por causalidad la senadora por Jujuy Vilma Bedia es de La Libertad Avanza. Así como lo son los diputados Nadia Márquez (Neuquén), Santiago Paulí (Tierra del Fuego) y -aunque escindida- Lourdes Arrieta (Mendoza).

Este sábado Milei tuvo un gesto fuerte hacia la comunidad evangélica: se convirtió en el primer presidente en visitar un templo evangélico, el Portal del Cielo, en Resistencia, probablemente el más grande del país que había sido inaugurado dos días antes. Pertenece a la Iglesia Cristiana Internacional fundada por los pastores Jorge y Alicia Ledesma.

Ledesma -que en los últimos años trabó una relación afectuosa con Milei- comenzó con su Iglesia en 1994 con apenas 12 personas. Pero con su modo de ir él y sus colaboradores casa por casa preguntándole a la gente qué problemas tiene, rezando para que los superen y obteniendo resultados supuestamente milagrosos consiguió muchísimos fieles.

Su modelo que combina fe y presuntos milagros -junto con una prédica vibrante- le posibilita cada fin de semana congregar a unas 25 mil personas. Dicen que fue su modelo es tan exitoso que se extendió a numerosas iglesias de más de medio centenar de países. Además, los fieles dejan un aporte voluntario con el que pudo financiar el enorme templo.

El gran referente espiritual de Ledesma es el llamado apóstol Guillermo Maldonado. Se trata de un polémico pastor hondureño radicado en Miami -transitando actualmente un millonario juicio de divorcio-, fundador de la iglesia Ministerio Internacional del Rey Jesús, enrolado en el Partido Republicano y muy cercano al presidente Donald Trump.

Maldonado -que fue el orador central de la ceremonia a la que asistió Milei- le prestó sus instalaciones de Miami a Trump durante la campaña de 2020 y durante los preparativos para la siguiente rezó por él en el encuentro “Latinos por Trump”. Y le dio una interpretación religiosa desde la Biblia y el derecho natural al último triunfo electoral del republicano.

Milei, en cambio, no apeló a supuestos fundamentos religiosos en la victoria de candidatos de derecha, pero sí una y otra vez a los “valores judeo-cristianos” como pilares de la libertad y la prosperidad capitalista. Especialmente al papel del calvinismo según la visión de Max Weber en su famoso libro “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”.

Así las cosas, todo pareció cuadrarle a Milei para ir hasta Resistencia y ser parte del acontecimiento de la iglesia evangélica. Porque además de compartir una doctrina que pone por encima la libertad, en general, y para comerciar, en particular, ostentaba la coincidencia en la oposición al aborto, más la conexión del pastor Maldonado con su Trump.

Habrá que ver si Milei termina siendo el primer presidente que capta una buena cantidad de votos de fieles evangélicos y rompe así el maleficio de lo esquivo que le resultaron hasta ahora esos sufragios a los políticos que lo intentaron.

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